El Pais – 5/2011

Diez planes no convencionales

Montar en un coche de Fórmula Uno, escalar sin arnés o ‘alquilar’ un amigo local, actividades fuera de lo común que complementan un viaje extraordinario

LAURA GARRIDO

Locuras para unos y aventuras emocionantes para otros, a la hora de organizar un viaje hay planes para todos los gustos. Diez propuestas diferentes para viajeros atrevidos, sin miedo a pasar una noche de terror en Toledo, a lanzarse rodando dentro de una bola gigante en Barcelona o a cruzar la calle en pleno Saigón, esquivando la multitud de motos que circulan sin frenar ante el paso de peatones.

01 ‘Alquilar’ un amigo de la zona

Entre las novedades a la hora de viajar está el couchsurfing, un sistema en el que el viajero se pone en contacto con el anfitrión, quien le ofrece su casa para alojarse de forma gratuita. Esta experiencia solo apta para mentes abiertas, da un paso más allá con la idea que plantean en la web www.rentalocalfriend.com, en la que proponen alquilar un amigo local, alguien que conozca bien la zona para guiar al turista por un itinerario personalizado basado en los lugares que se adapten a los intereses que se han establecido en un cuestionario previo. Esta iniciativa está implantada en ciudades muy turísticas por todo el mundo, como Río de Janeiro, Santiago de Chile, Miami, Roma, Lisboa y, en España, en Barcelona. Un guía en Nueva York, por ejemplo, cuesta 85 dólares unas cuatro horas; la jornada completa son 140.

02 ‘Aquópolis’ para escaladores

Sol, acantilados, roca de primera calidad y un mar de aguas cálidas como colchón. Hace algunos años -finales de los setenta del siglo pasado- un outsider de la escalada llamado Miguel Riera, y oriundo del mallorquín pueblo de Soller, conjugó estos cuatro elementos para inventarse el Psicobloc: trepar sin arnés ni cuerda (y hasta sin ropa) por los desplomados paredones del litoral de la isla. Una mezcla, también etimológicamente hablando, del búlder (escalada sin cuerda en rocas de poca altura) y el factor psicológico que implica menearse con un vacío de hasta 20 metros por debajo. Actualmente de gran popularidad, se han publicado incluso guías especializadas sobre esta acuática modalidad que tiene la cima como primer premio, o una fugaz caída libre con chapuzón en el Mediterráneo incluido, como consolación.

» http://psicobloc.com

03 En moto por Vietnam

Aunque parezca un plan sencillo, esquivar el tráfico en pleno Saigón puede resultar frustrante porque, además de que se estima que hay más de seis millones de motos en la ciudad, la disciplina de los conductores no es su punto fuerte. En el paseo en moto por la zona no pueden faltar las compras de souvenirs en el mercado Ben Thanh, donde también hay que ser ágil para desenvolverse entre sus tiendas. Continuando la ruta hasta llegar al río, la tentación ineludible es la de coger una barca de madera y remar por el delta del Mekón. Para reponer fuerzas y refrescarse en un país donde la temperatura ronda los 30 grados todo el año, la guinda del pastel la pone probar el licor de serpiente con escorpión que es, por cierto, afrodisíaco.

04 Carrera de Fórmula Uno

El circuito de Montmeló, en Cataluña, se utiliza por la elite de los pilotos una vez al año. El resto del tiempo, entre pruebas de motor de menor calibre, se alquila para el público. Una escapada a tierras catalanas puede convertirse en un método diferente para liberar el estrés al montarse en un vehículo de 700 caballos, acompañado por un piloto cualificado. Con todo el equipo de un profesional y saliendo desde boxes, se recorren los tres kilómetros del trazado. La organización reconoce la gallardía con un diploma y advierte de que es necesario gozar de buena salud para practicar esta actividad.

» www.emocionday.com

05 Leyendas terroríficas en Toledo

Una forma diferente de conocer Toledo es la de adentrarse en sus leyendas para vivir una noche de miedo. En La Quinta de Melque, una casa rural a las afueras de San Martín de Montalbán, un grupo de actores interpretan un guion teatral en el que se mezcla terror, aventura y efectos especiales. Los visitantes reciben una carta firmada por el personaje de doña Julia Almazán, viuda del marqués de Sotogrande invitándole a su casa, donde sus sirvientes les conducen en la penumbra hasta sus habitaciones después de un paseo nocturno al cementerio familiar.

06 Desplazarse en una bola gigante

Bajo el término de Sphereing se descubre un deporte de riesgo que consiste en meterse dentro de una bola hinchable gigante y rodar por una plataforma a gran velocidad. En Barcelona, la compañía que lo organiza, SphereMania (www.spheremaniaespana.com) incluye dos lanzamientos en parejas que duran unos dos minutos. El recinto está ubicado en el Parc del Fòrum, una zona multiuso en la que se puede, después de la inyección de adrenalina, dar un paseo pintoresco o disfrutar de un festival de música.

» www.wonderbox.es

07 Esquiar en verano

Cuando en España la temporada de nieve ha terminado, los fanáticos del esquí tienen una oportunidad para continuar practicándolo de junio a octubre en Nueva Zelanda. Sobre todo en la isla Sur, donde se encuentra Cardrona, una estación con cuestas especiales para esquiadores y snowboarders, mientras que a 18 kilómetros de Queenstown se sitúa Coronet Peak, la más famosa por su variedad de pistas, muy cerca también de The Remarkables, la número uno de la zona para los esquiadores extremos.

08 ‘Voley playa’ con ritmo brasileño

De la mezcla de fútbol, voleibol, gimnasia y capoeira surge el Bossaball, un deporte que se practica sobre una superficie hinchable. Como las de los parques infantiles. En Mallorca, la sede del primer club de Bossaball del país, su práctica es más que habitual, sobre todo con el buen tiempo. El objetivo del juego es el mismo que el del voleibol: conseguir que la pelota toque el suelo en el campo del equipo rival. Todo ello mientras los jueces, que se llaman árbitros samba, además de pitar las faltas proveen de acompañamiento musical al partido con la ayuda de un silbato, un micrófono, instrumentos de percusión y un equipo de mezclas.

» www.bossaballsports.com

09 Pilotar un avión de combate

Durante 45 minutos tener el control del cielo pilotando un avión de combate L39 Albatros es una experiencia perfecta para los amantes de los altos vuelos, saliendo desde pistas poco transitadas en las inmediaciones de Madrid y Bilbao, tras recibir una sesión informativa sobre maniobras aéreas e instrumentos del control de mando. Se puede escoger entre un vuelo tranquilo, para los más cautos, o uno extremo, con giros y piruetas, siempre con la supervisión de un experto.

» www.emocionday.com

10 Vistas al fondo del océano

El hotel Jules Undersea Lodge de Key Largo, en Florida, es un hotel bajo el agua. En realidad comenzó como un laboratorio de investigación de La Chalupa, un hábitat submarino frente a las costas de Puerto Rico y una zona de cría natural de muchos peces. Mirar por las ventanas es descubrir barracudas, anémonas, esponjas y ostras. Sus huéspedes pueden, además, explorar el medio ambiente marino, pues el hotel les facilita un equipo de buceo.

» www.jul.com

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