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El Universal – 8/2011
Un deporte exótico
El bossaball es una mezcla de música y deporte que recientemente llegó a México, luego de cobrar fama en otros países alrededor del mundo
Con la playa Puerta Hacienda de Acapulco, Guerrero como escenario, México le abrió las puertas a un exótico deporte que parece ganar adeptos alrededor del mundo.
La actividad es conocida como bo-ssaball y es una mezcla de gimnasia, voleibol, futbol y capoeira, que es una forma de arte marcial brasileño.
Suena como una mezcla extraña, pero actualmente se juega en 20 países, según sus organizadores.
En México estuvo de visita hace un par de semanas, ya que las selecciones de México y Estados Unidos dieron algunos partidos de exhibición para demostrar lo sencillo que es jugarlo.
Pero, ¿de dónde surge esta curiosa y novedosa disciplina?
Todo comenzó en España en el año 2002-03, como una idea del belga Filip Eyckmans, quien tenía 10 años viviendo en la península.
Eyckmans, quien fue seleccionado juvenil de tenis por su país, comenzó a asistir en su tiempo libre a juegos de futbol y como DJ en fiesta privadas. Luego se convirtió en manager de bandas de música y fue en una gira que pudo ver en Brasil cómo se divertía la gente con el futbol, el baile y la música y se le ocurrió que podría fusionar todo en un sólo deporte, que ahora se conoce como bossaball.
Pasaron varios años antes de que la pasión de Eyckmans encontrará eco. En 2006 se asoció con la Federación de Voleibol de su país para realizar 200 eventos en dos años.
Wilco Nijland, un ex jugador de voleibol, se unió a Eyckmans y le sugirió darle un concepto juvenil al deporte a partir de 2008.
Se practica entre dos equipos de cuatro o cinco integrantes que se enfrentan sobre una cancha inflable que permite a los jugadores realizar las acrobacias que deseen.
El objetivo es hacer caer el balón en el campo contrario valiéndose de cualquier golpe; teniendo la libertad de utilizar, las manos, la cabeza, el pecho o los pies. Cada conjunto tiene la posibilidad de tocar hasta ocho veces la pelota antes de pasarla al oponente.
Hay tres zonas en la cancha; la primera es el campo principal donde se ubican los jugadores, la segunda es el círculo externo y sirve de límite entre el área de juego y la cama elástica, y la última, es la de los tumblings.
Si el balón toca el sector principal, se obtiene un punto, y si cae dentro del trampolín se ganan tres.
El colchón inflable que se usa debe mantenerse a una presión constante de aire durante todo el encuentro para asegurar la estabilidad, los saltos y acrobacias de los atletas. La música y las piruetas no paran durante todo el partido, lo que entretiene al público.
La época de verano, es la favorita para la práctica de este deporte en las principales playas y escenarios al aire libre en Europa, Asia y América.
Esta disciplina llegó a nuestro país en octubre de 2010. Para lograr la primera selección que nos representó se realizaron diversas pruebas en algunas instituciones educativas y en la Escuela Nacional del Deporte.
“Ahorita somos cuatro chavos los que integramos el equipo, todos somos originarios del Distrito Federal. No hay mucho tiempo de practicar por las actividades que tenemos, pero ojalá que con el paso del tiempo se puedan unir más jóvenes y así lograr una competencia a nivel nacional”, señaló el capitán del conjunto mexicano, Roberto González.
A lo largo del año se realizan campeonatos locales o regionales que reúnen a multitud de deportistas y seguidores en distintos países.
