Diario Sur – 1/2010

A un salto de Rio de Janeiro

Piruetas y toques de balón a ritmo de samba

No es necesario entrenar durante años para situarse a medio camino entre el manejo del balón de Ronaldinho y las piruetas de los acróbatas del Cirque du Soleil. Conseguirlo es tan sencillo como jugar una partida de bossaball, un nuevo deporte que combina fútbol, gimnasia, voleibol y capoeira. El juego, inventado por un empresario belga afincado en Marbella llamado Filip Eyckmans, se practica sobre una pista similar a la del voley pero con camas elásticas y colchones hinchables.

Desde el mes de enero, Marbella cuenta con el primer club de bossaball de España. La pista se encuentra en las instalaciones del albergue Fuerte Nagüeles de la localidad malagueña. El bossaball se juega por equipos de tres a cinco personas y su meta es que cada grupo ponga en tierra la pelota en el campo contrario. Cada equipo tiene derecho a un máximo de ocho toques y el balón se puede golpear con cualquier parte del cuerpo pero sólo una vez con la mano o dos veces consecutivas con el pie o la cabeza. Un equipo anota un tanto cuando el balón toca el campo del adversario y en caso de que el esférico golpee la cama elástica contraria, obtiene tres puntos.

A la espectacularidad del juego se une el arbitraje de músicos a ritmo de samba, que además de un silbato portan diversos instrumentos de percusión. A pesar de su corta existencia, el bossaball se practica ya en una quincena de países, entre ellos, Brasil, Rumanía, Turquía, Noruega y Singapur. El club marbellí ofrece todos los fines de semana cursos de formación gratuitos para todos aquellos hombres, mujeres y niños que estén interesados en iniciarse en la práctica de esta innovadora disciplina deportiva.

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